Lo sucedido en Tartagal, es un asesinato anunciado fundado en un proceso planificado por el ex gobernador Carlos Romero, actual Senador Nacional. Este Legislador, es el directo responsable político de una voluntad de voracidad económica que posibilitó el mayor ecocidio de la selva y los bosques nativos de la Argentina, donde su máximo representante político es el símbolo de la depredación más desgarradora de nuestro país que ahora se cobra nuevos seres indefensos.
Han sido los pueblos indígenas y algunas organizaciones ambientales, las únicas que desde hace años venían anunciando que esto sucedería.
Sólo la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sobre fin del año pasado, parece indicar que algo pueda cambiar en la Argentina, en semejante escenario, prohibiendo más desforestación autorizada por el Gobierno de Salta.
El senador de la Nación por Salta, no podrá nunca dormir en paz, simplemente, es el representante de la mayor impunidad de delitos ecológicos producidos en nuestras tierras.
(*) El autor es abogado y miembro de la Coalición Cívica de Entre Ríos
(*) El autor es abogado y miembro de la Coalición Cívica de Entre Ríos
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