Es muy triste haber visto como la primera mandataria de nuestra Nación insiste –una vez más- con prácticas discursivas inexactas y falaces, con una alta dosis de agresividad que solo buscan la confrontación permanente, sin reconocer desaciertos o errores frente a situaciones que se podrían haber sorteado de otra manera. Un claro ejemplo de esto fue la nueva embestida contra el sector agropecuario y la clase media, cuando acusó a ambos sectores de no ser consecuentes con sus principios: a los primeros, les dijo que eran los únicos que podían subsistir sin comercializar su producción (en referencia al último paro del campo) y a los segundos, que algo estaba funcionando mal como sociedad, puesto que habían apoyado a quienes proclamaban posturas contrarias a la equidad social y la justicia distributiva, siendo que su gobierna siempre postuló que “los que tienen más, deben pagar más” (en otra clara muestra de su profundo rencor por la clase media urbana que apoyó constantemente el reclamo del campo el año pasado durante el conflicto desatado por la resolución 125).
Así, sin inmutarse, con una carga de demagogia que ya no sorprende, la presidenta continuó su discurso defendiendo el modelo de “acumulación y distribución del ingreso” (como lo definió) que logró que
Otra muestra de demagogia fue el intento de defensa de la mentirosa ley de Movilidad Jubilatoria, que es cualquier cosa, menos una ley que sirva recomponer los haberes de nuestros jubilados y pensionados, el sector más postergado de todos. Si tanto le preocupara la calidad institucional a la señora Presidenta, debería comenzar por respetar el valor de la palabra -si es que aún tiene alguna clase de valor para ella- y pedirle la renuncia a su Jefe de Gabinete, Sergio Massa, quien puso a disposición su cargo ante el Congreso, en diciembre pasado, si el porcentaje resultante de la fórmula vigente era inferior al 15%. Pero de mentiras se sostiene el gobierno de los Kirchner.
Párrafo aparte merece su alusión a la situación de la educación pública, específicamente a los conflictos docentes desatados en varias provincias a partir del no inicio de las clases. En vez de impulsar desde el Estado Nacional un acuerdo intersectorial que contemple un aumento significativo de la inversión educativa (dest
Por lo tanto, a la demagogia y la mentira, se suman el silencio y la despreocupación ante los problemas que –aparentemente- nunca ocuparán un lugar destacado en la agenda del gobierno, y particularmente, de
Solo el anuncio sobre el pronto envío de la nueva Ley de Radiodifusión al Congreso puede destacarse como un hecho significativo, aunque sea recibido con cautela, especialmente porque su esposo Néstor Kirchner fue quien –días antes de term
De esta manera,
El autor es estudiante de la Licenciatura en Ciencia Política (FTS - UNER) y miembro de la juventud del ARI - Coalición Cívica
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